Dr. Ramón Pérez Costales mecenas de Pablo Picasso durante su estancia en A Coruña (1891-1895): Biografía de un médico polifacético

        El médico Ramón Pérez Costales fue una figura de gran relevancia en la sociedad coruñesa de finales del siglo XIX. A él se debe la creación de Instituto de Vacunación contra la viruela, el primero de su tipo fundado en Galicia, así como también del Colegio Médico de A Coruña del cual fue su primer presidente. De personalidad inquieta, formó parte muy activa en la política siendo el mayor referente del republicanismo federal en A Coruña donde fue diputado de las Cortes en varias ocasiones alcanzando su mayor proyección durante la instauración de la I República en 1873. Durante la presidencia republicana de Pi y Margal fue nombrado ministro de Fomento. Con la llegada de la Restauración monárquica se fue apartando progresivamente de la política para dedicarle más tiempo a las labores filantrópicas que, por otra parte, vino desarrollando a lo largo de toda su vida. Su participación fue decisiva para la creación de varias iniciativas benéficas como una Escuela de Párvulos para niños pobres o la Cocina Económica para atención de los indigentes. Igualmente fue destacada su contribución para la creación de la Real Academia Galega en 1905. Además, también hizo incursiones en el mundo de las letras publicando libros de poemas e incluso una obra de teatro, aunque sin mucha fortuna.

                    Tuvo una estrecha amistad con la insigne escritora Emilia Pardo Bazán, a la que sirve de inspiración para la creación literaria del personaje del doctor Moragas que incluye en varias de sus novelas. En la última década del siglo, Pérez Costales se convierte en el anfitrión de la familia Ruíz Picasso cuando el padre del pintor malagueño se traslada a A Coruña para ocupar su plaza como profesor en la Escuela de Bellas Artes. La admiración que Costales siente por el talento artístico que adivina en el adolescente Pablo, hace que fomente sus actividades artísticas gratificándole económicamente por los encargos que le propone y se encarga de organizarle las primeras exposiciones públicas de sus cuadros durante su estancia en A Coruña.

Firma autógrafa de Ramón Pérez Costales

Formación y trayectoria como médico 

                Ramón Robustiano Pérez Costales nació en Oviedo el 31 de mayo de 1832. En 1844 inició los estudios del Bachillerato en Filosofía en el Instituto de Toledo, continuándolos en la Universidad de Oviedo. El 15 de octubre de 1846, con el padre residiendo en A Coruña por un traslado al ser funcionario de Hacienda, solicitó matricularse en 5° curso en la Universidad de Santiago, donde alcanzó el grado de Bachiller en Filosofía el 9 de junio de 1847. En el curso 1847-48 inició los estudios de Medicina en la universidad compostelana, obteniendo el grado de Bachiller en Medicina y Cirugía el 5 de junio de 1852. En el camino hacia la licenciatura estudió el 6.º curso en Compostela, pero al siguiente, 1853-54, trasladó la matrícula para la Universidad de Madrid, si bien volvió en el mismo curso. Se licenció en Medicina y Cirugía en Santiago el 21 de junio de 1854. En reconocimiento a sus méritos como buen estudiante, el Tribunal de Examen le obsequió con el libro “Repertorio médico extranjero” por ser el alumno más sobresaliente del curso 1853-54.

Retrato de Ramón Pérez Costales. Óleo de Gerardo Meléndez, A Coruña, 1883. Colección privada. A Coruña

 

      Para la escritora Emilia Pardo Bazán, que mantuvo una estrecha amistad con Costales, fue un destacado estudiante “pero consta que fue el más revoltoso, travieso y de regocijado humor que vieron las aulas compostelanas y madrileñas”. Durante su estancia en Santiago coincidió y estableció relación con Aurelio Aguirre, popular poeta, con Saturnino Álvarez Bugallal, que luego sería ministro de Gracia y Justicia, y con Domingo Camino, primo del poeta Alberto Camino. Todos estos personajes formaban parte del Liceo de la Juventud compostelana, a lo que también pertenecían los literatos Eduardo Pondal y Rosalía de Castro, Manuel Murguía, escritor e historiador, Luis Rodríguez Seoane, médico y político, y otros jóvenes, en general de tendencias progresistas y galleguistas, con todos los cuales mantuvo Costales una relación.

 

Artículo “Aborto; hemorragia consecutiva que dejó exangüe a la paciente; ventajosos efectos del uso del vino; cólico ocurrido en la convalecencia que acabó por la muerte; reflexiones sobre este caso” publicado en El Siglo Médico el 28 de marzo de 1858

        En diciembre de 1855 se inscribió en la Subdelegación de Medicina y Cirugía del partido judicial de Talavera de la Reina (Toledo), por lo que debió iniciar el ejercicio profesional allí, posiblemente en Santa Olalla, un municipio próximo a Talavera. Esa nueva estancia en Toledo podría tener relación con la residencia en el lugar de algún pariente. Retorna a la ciudad herculina en septiembre de 1858 inscribiéndose en la Subdelegación de Medicina y Cirugía de A Coruña. En esta ciudad permanecería ejerciendo la medicina privada hasta agosto de 1861. Desde esta fecha, por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar, ingresa como segundo ayudante médico siendo destinado al 2° Batallón del Regimiento de Infantería de Cuenca y un año más tarde al Escuadrón de Cazadores de Galicia. Cuando en julio de 1865 asciende a primer ayudante médico tenía que trasladarse a Cartagena, pero Costales presentó un escrito argumentando que no podía abandonar A Coruña, pues debía cuidar de su padre, y solicitó la baja en el Ejército que le fue aceptada por resolución del 30 de septiembre del mismo año. No obstante, en la decisión de abandonar la sanidad militar pudieron influir otros factores como las críticas desfavorables que tuvo entre sus superiores la publicación en 1857 de sus trabajos “Memoria sobre los hospitales militares” y “Reglamento de exenciones físicas”, escritos que dejaban traslucir sus ideales democráticos y filantrópicos. Además, sus crecientes actitudes antimilitaristas y problemas con la disciplina hacían del todo incompatible su permanencia en la milicia. Una vez que abandonó el Ejército se dedicó en A Coruña nuevamente a la medicina privada, donde llegó a alcanzar una gran reputación.

Ramón Pérez Costales. Óleo de Joaquín Vaamonde, Madrid, 1897. Museo de Belas Artes da Coruña

Además de su ejercicio profesional desarrolló labores de publicista y acometió valiosos proyectos en el ámbito médico. Cuando ejercía en la provincia de Toledo publicó en 1858 un artículo en la prestigiosa revista El Siglo Médico que tenía por título “Aborto; hemorragia consecutiva que dejó exangüe a la paciente; ventajosos efectos del uso del vino; cólico ocurrido en la convalecencia que acabó por la muerte; reflexiones sobre este caso”. En el Ateneo Científico, Literario y Artístico de A Coruña participó en 1859 en la discusión del debate “¿Es la educación de la mujer uno de los elementos necesarios para la prosperidad de una nación?”, en donde se abordaba el papel de la mujer en la sociedad moderna, defendiendo Costales posturas más tradicionales al relegarle un rol más irrelevante en las tareas más intelectuales. En el mismo año de 1859, Costales realizó su principal contribución a la literatura médica con la traducción de la importante obra “Tratado teórico y práctico de auscultación obstétrica”, del reconocido médico francés Jean Anne Henri DePaul, cuyo original había sido publicado en 1847. En el año 1883 publica el trabajo “Análisis química cualitativa y cuantitativa de las aguas minero-medicinales del Balneario de Marmolejo”, en referencia al centro hidrotermal localizado en la provincia de Jaén.

Ramón Pérez Costales. Fotografía de José Sellier, A Coruña, ca. 1900. Real Academia Galega, A Coruña

En 1882, en el mismo edificio donde se ubicaba la Escuela de Párvulos por él promovida, creó el Instituto de Vacunación que funcionó durante unos once años. El centro atendía a la vacunación animal y humana contra la viruela, siendo la primera institución de su tipo en Galicia. En el periódico La Voz de Galicia del 11 de abril se informaba que en dicho Instituto se hará la vacunación siguiendo el método de Agueines consistente en “vacunar directamente de la ternera inoculada con el cow-pox de la Gironde llegado expresamente de Burdeos”. Para los pobres, se ofrecía la vacunación de manera gratuita. A su vez quedaban abiertas las instalaciones del Instituto para hospitalizar a los posibles afectados por la enfermedad. La Junta General de Sanidad acordó, desde entonces, comprar la vacuna al Instituto de Vacunación para distribuirla a los médicos de toda la provincia. En 1886, el Boletín Oficial de la Provincia de A Coruña publicaba unas “Instrucciones para practicar la vacunación” según los dictados de Pérez Costales. En 1894, como presidente del Colegio Médico local, mandó un amplio informe al alcalde de A Coruña, detallando las medidas a tomar frente una posible epidemia, afirmando que “las epidemias de viruela se previenen, Excmo. Señor, cuando se toman como el caso actual, con la punta de la lanceta; y se combaten y se yugulan cuando se desarrollan, lo que Dios aquí no permita, vacunando y revacunando”.

Publicidad del Instituto de Vacunación fundado en A Coruña por Ramón Pérez Costales en el año 1882

Por otra parte, Costales participó activamente, en 1894, en la creación del Colegio Médico de A Coruña. Junto a los médicos Gomar, Fraga y Teijeiro, formó parte de la comisión encargada de la redacción del reglamento de la nueva institución y fue el primero en ocupar la presidencia, cargo que ocupó hasta el 8 de marzo de 1895, motivado por su traslado a la ciudad de Málaga, no sin antes dejar una donación de 150 obras científicas para que sirvieran de núcleo a la futura biblioteca.

Ramón Pérez Costales. Dibujo de Urbano González, Coruña Moderna, 1906. Archivo Asociación de la Prensa de La Coruña, A Coruña

Su amiga Emilia Pardo Bazán elogió su buen hacer como médico manifestando que se trataba de un “hombre de ciencia ante todo y sobre todo, su tino médico, sus incesantes estudios, su afortunadísima práctica, le hubieren colocado, si residiese en París a la altura de los Charcot y Faccoud … Ninguna de las novedades de la medicina … es extraña al Sr. Costales; diligencia tanto más meritoria, cuanto que la extensión de su clientela … y su afición incontrastable a las luchas políticas … parece debía robarle todo el tiempo disponible … El Sr. Costales probablemente ha salvado más vidas y prestado más servicios a la humanidad que canas peina”. La insigne escritora se inspiró en él para hacer un personaje de ficción, el intelectual y humanitario doctor Moragas en su novela "La piedra angular" (1891) y también en otros relatos.

Activismo en la vida política

Costales mantuvo a lo largo de su vida un claro compromiso político con los ideales republicanos. Ya en 1866, siendo un activista del Partido Demócrata, participó en la insurrección del cuartel de San Gil en Madrid, una conjura para derrocar a Isabel II. El fracaso de la iniciativa, y la consiguiente represión, lo obligaron a huir y refugiarse en Oporto (Portugal). Durante el exilio formó parte de los círculos demócratas y trabó amistad con Roque Barcia, escribiendo hojas de propaganda antiborbónica para su difusión clandestina en España. Con el triunfo de la revolución, en septiembre de 1868, volvió a la ciudad herculina formando parte de la milicia de los Voluntarios de la Libertad. Transformado el Partido Demócrata en el Republicano Federal, en octubre de ese mismo año, Pérez Costales abrazó con entusiasmo el federalismo y ayudó a su organización, asistiendo con tal fin, junto a Federico Tapia Segade, a la reunión republicana que convocó Francisco Suárez en Ferrol el 11 de noviembre. Desde esas fechas hasta el final del siglo fue la figura republicana más destacable en A Coruña y una de las más relevantes de Galicia, aunque sus planteamientos ideológicos han sido considerados muy vacilantes y, en cierto modo, contradictorios. En el sexenio revolucionario se identificó con el republicanismo federal de Pi y Margall que para Emilia Pardo Bazán, en tono crítico y condescendiente, su “idea federativa, que no quiero calificar aquí por no darle una desazón al Sr. Costales, jamás tuvo adalid más resuelto, ni más ardiente propagandista”.

Manifiesto “Ramón Pérez Costales a Don Amadeo de Saboya elegido Rey de España por ciento noventa y un Diputados de los Constituyentes”, publicado en agosto de 1872 en oposición a la visita del rey a A Coruña

Alcanzó fama popular como autor de diversas hojas de propaganda y por la carta que le remitió, el 28 de noviembre de 1868, al Capitán General de Galicia, Cándido Pieltain, respondiendo a otra que éste había dirigido al “verdadero pueblo” gallego recomendándole que no se dejara embaucar por las promesas políticas de “algunos soñadores de futuros ideales”, en clara alusión a los republicanos. En su carta de respuesta, Pérez Costales hacía una crítica al general, al que llamaba “nuevo ángel exterminador” de la “escuela de Cheste”, por considerar su conducta impropia de una autoridad que se debía a una revolución que había proclamado la libertad y la soberanía del pueblo. Esta enérgica y valiente protesta le dio a conocer en los medios republicanos gallegos. También publicó folletos políticos en 1869 como “La verdad a las aldeas” y “Apuntes para la historia” que alcanzaron gran difusión y le proporcionaron popularidad. El primer folleto estaba dirigido a movilizar al campesinado gallego, que accedía por primera vez al derecho al voto, resaltando los puntos programáticos del republicanismo que debían paliar la miseria y la subordinación que éstos padecían a consecuencia de la larga dominación monárquica y se manifestaba favorable a la eliminación de las quintas, de los foros, de la pena de muerte y del impuesto de consumos y a la implantación del voto por sufragio universal y de la reducción de precio de productos estancados. Implicado en la insurrección federal de octubre de 1869, se ocultó dos meses en A Coruña. Reapareció en diciembre con un nuevo folleto “Apuntes para la historia”, en el que censuraba los métodos represivos utilizados por el Gobierno para sofocarla y, muy especialmente, la actuación de las fuerzas públicas durante el motín de A Coruña en el que dispararon contra los manifestantes que protestaban por el encarcelamiento de cuarenta y dos republicanos, resultando de muerte un obrero e hiriendo gravemente a dos mujeres y un niño. No obstante, esta vez elogiaba la conducta del general Pieltain por haber ordenado el cese del fuego.

Costales con Emilio Castelar y la Comisión del Mensaje. Fotografía de Valentín Gómez, Madrid, 05.05.1899. Colección Pilar Eiroa Rama, A Coruña

Presidiendo el Comité republicano de la capital, fue uno de los impulsores de la firma, el 18 de julio de 1869, del Pacto Federal Galaico-Asturiano, que propugnaba la creación de un estado federado formado por la confluencia de Galicia y Asturias. Durante el reinado de Amadeo I de Saboya, representó a su provincia en la Asamblea federal de 1871 y fue elegido diputado a Cortes por la circunscripción de A Coruña en abril de 1872 y en otras dos legislaturas posteriores. En 1872 dirigió la revista La Lucha Electoral, periódico donde denunció los manejos electorales realizados por el gobernador José Gómez Díaz para favorecer a los candidatos monárquicos. Con motivo de la visita del rey a A Coruña el 19 de agosto de 1872, publicó dos hojas que alcanzaron gran popularidad. En la primera titulada “Ramón Pérez Costales a Don Amadeo de Saboya, elegido rey de España por ciento noventa y un diputados de las Cortes Constituyentes” afirmaba el carácter republicano de la ciudad y calificaba al rey de extranjero al tiempo que pronosticaba su caída. La otra hoja llevaba por título “Un gobernador y un alcalde por dos cuartos” que suponía una velada crítica a la gestión durante la visita regia del gobernador y del alcalde, su correligionario Federico Tapia, lo que motivó la enemistad entre ambos durante toda su vida. La difusión de las propuestas de la Primera Internacional y ciertos acontecimientos, provocaron un célebre enfrentamiento en agosto de 1872 entre Costales y el movimiento obrero en la ciudad, que hasta entonces consideraba a los republicano-federales como su alternativa política. Ocurrió que un grupo de obreros próximos a la Internacional le recriminan en público la decisión de suspender las consultas que hacía gratuitamente, decisión que Costales justificaba por los abusos que se daban de su buena fe. El asunto acabó un intento de agresión y una campaña de desprestigio a Costales, con varios pasquines y el folleto “El Zapatero y el Médico”, acontecimiento que sintió profundamente el popular médico haciendo que plantease abandonar la política.

Ramón Pérez Costales. Fotografía de Ferrer, A Coruña, ca. 1900-1901. Boletín da Real Academia Gallega, nº 43, 1911. Real Academia Galega, A Coruña

Siendo miembro de la Asamblea Nacional, que proclamó la República el 11 de febrero de 1873, recobró sus ilusiones por el ideal federal y, tras ser votado primer comandante del Batallón de Voluntarios de la República de A Coruña, dio a la prensa la segunda parte de “La Verdad a las aldeas” en la campaña electoral de mayo. Elegido diputado para las Cortes Constituyentes por el distrito de Carral, fue uno de los que más entusiasmo manifestó en el hemiciclo de las Cortes al proclamarse la República Federal el 7 de junio. Pérez Costales era un orador brillante, elocuente, conciso, fluido y elegante con una fina ironía y dotes de acertada improvisación que encandilaba a su auditorio. Como parlamentario participó en los debates del proyecto constitucional, de la Ley de Redención de Foros y de otros referidos a Galicia como el ferrocarril o el traspaso al Ayuntamiento de las fortificaciones coruñesas pendientes de demoler. Ese mismo año de 1873 presentó en las Cortes de la I República la primera propuesta de Estatuto de Galicia, promovida por el alcalde federal de Santiago de Compostela José Sánchez Villamarín. Durante la presidencia del poder ejecutivo de Pi y Margall, fue nombrado ministro de Fomento durante tres semanas escasas, del 28 de junio al 18 de julio de 1873, consiguiendo la firma de cuatro decretos, entre ellos la creación de las cátedras de Estética Aplicada a las Artes del Diseño y Estética Aplicada a la Música y a la Literatura Musical y la reforma de la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Fue uno de los diputados que firmaron el manifiesto contra el Gobierno de Salmerón, por haber declarado piratas a los barcos cantonales, y de los que votaron contra la suspensión de las Cortes efectuada por el presidente Castelar, para salvaguardar el orden público, en septiembre de 1873.

Ramón Pérez Costales en una reunión de republicanos. A Coruña, ca. 1901. Colección de Rosa Martínez Fontenla, del libro “El republicanismo coruñés en la historia”

Después del golpe de estado de Pavía el 3 de enero de 1874 y el posterior pronunciamiento de Sagunto que restauraba la monarquía borbónica, Pérez Costales se vio sometido a una pena de destierro. Después de mantenerse un tiempo alejado de su ciudad adoptiva, al volver a A Coruña reemprendió su vida pública como médico e intensificó sus labores humanitarias. Desde 1881 trabajó por la reconstrucción del Partido Republicano Federal de Pi y Margall. A pesar de su credencial de ministro de la República, fue Segundo Moreno Barcia el que se hizo con la jefatura del partido en Galicia, de modo que él ocupó un lugar secundario en la organización dejando de pertenecer al Consejo ejecutivo gallego en 1887 y su candidatura para el Consejo Federal resultó ampliamente derrotada al año siguiente. Sin embargo, su popularidad en A Coruña se mantuvo intacta, continuando en los comités local y provincial del Partido y desplegando una gran actividad como orador y conferenciante a finales de la década de 1880. En 1886 participaría en la creación del Casino Republicano en la ciudad herculina. Tras la visita de Pi y Margall a Galicia en 1892, Pérez Costales se convirtió en uno de los principales impulsores de una plataforma política llamada La Unión Republicana de Galicia, que no tuvo el éxito esperado, cuyo programa común se resumía en el lema “Democracia, República y Autonomía”, según el manifiesto “A los republicanos gallegos” publicado por Costales el 29 de noviembre de 1892. En el curso de la IV Asamblea Federal, celebrada en Madrid en 1896, Costales rompió su relación con Pi y Margall al que criticó por su autoritarismo al proclamar a su hijo Francisco como delgado de Málaga para la creación de la Unión Republicana, a pesar de que Costales, residente entonces en aquella ciudad, había obtenido una mayoría de votos de compromisarios. Desde entonces, su actividad política va decreciendo progresivamente.

Activismo social y labor literaria

Costales tuvo un marcado protagonismo en iniciativas de orden social y desarrolló una importante labor filantrópica a lo largo de toda su vida. En 1858 contribuyó a crear el Ateneo Científico, Literario y Artístico de la ciudad herculina. En agosto de 1871 publica el opúsculo “Una visita a la Casa de la Misericordia” donde se recoge su nombramiento como presidente de la Comisión de Beneficencia de la Diputación Provincial estableciendo relación con la benefactora coruñesa Juana de Vega, condesa de Espoz y Mina. Con su pensión por cesantía de ministro colaboró económicamente en la construcción y mantenimiento de una Escuela de Párvulos, consistente en un edificio de dos plantas que atendía a unos 130 niños pobres y desatendidos, de entre 3 a 7 años, y que regentaron las Hermanas de la Caridad desde su inicio en 1876 y durante los diecisiete años de su funcionamiento. Una vez reducido su activismo político, reforzó su presencia en la vida cultural de la ciudad, colaborando con Emilia Pardo Bazán para fundar la Sociedad del Folk-lore Gallego en 1884, de la que fue vicepresidente. Esta Sociedad promovía el apoyo a la cultura, las artes, las letras y la ciencia de Galicia y sería el germen de la constitución, el 4 de septiembre de 1905, de la Real Academia Gallega. En reconocimiento a su labor en pro de la creación de esta institución, fue nombrado académico honorario. En marzo de 1988 dirige una carta a Eugenio Montero Ríos en contra de su decisión de trasladar el Regimiento de Caballería de A Coruña a Santiago. En 1885, colaboró en la puesta en funcionamiento de la Cocina Económica en A Coruña, de acuerdo a una iniciativa tomada por el Círculo de Artesanos, y de la cual llegó a ser presidente.

Escuela de Párvulos promovida por Ramón Pérez Costales en A Coruña para la educación de niños pobres que inició su funcionamiento en 1876

        Como concejal del Ayuntamiento de A Coruña, participó activamente en 1893 en el movimiento ciudadano contrario al traslado de la Capitanía General de A Coruña a León formando parte de la Junta de Defensa que se oponía a tal decisión. Fue el encargado de redactar el manifiesto “A Galicia”, dirigido a la totalidad de la población gallega, en el que daba cuenta de la reivindicación del movimiento ciudadano y del perjuicio que para Galicia suponía la pérdida de esta institución. Las actividades de esta Junta fueron declaradas ilegales, porque entre otras proclamas se hacía un llamamiento al boicot fiscal, lo que llevó a prisión a Costales y el resto de los miembros de la Junta en el verano de 1893. No obstante, finalmente se consiguió mantener la Capitanía General en A Coruña.

Costales escribió “Perucho. Poema en seis cantos”, un libro de poemas que fue prologado por Emilia Pardo Bazán (A Coruña: Imprenta de Andrés Martínez; 1887)

Costales también hizo algunas incursiones en la literatura donde cultivó su afición por la poesía publicando algunos versos sueltos en el almanaque El Herculino de 1869 o en El Heraldo Gallego de 1874. Más tarde publica dos libros de poemas, “El señor Juan” en 1883 y “Perucho” en 1887, en el que cantaba las virtudes de la familia campesina y criticaba las quintas. En 1890 publica una breve obra teatral “La Cocina Económica” que tenía como finalidad revertir los beneficios obtenidos en su representación para la financiación de la institución benéfica.

Miembros de la Junta de Defensa contraria al traslado de la Capitanía General de A Coruña a León, encarcelados en el cuartel de Santo Domingo. Fotografía de Bello, A Coruña, 21.07.1893. Archivo Municipal, A Coruña

Pérez Costales pasó en abril de 1895 a residir en Málaga alegando motivos de salud y, después de una breve estancia en Madrid, regresó a A Coruña en junio de 1897, donde pasó los últimos años de su vida alejado de la política, aunque manteniéndose fiel a sus ideales republicanos, y permaneciendo atento a todos los acontecimientos políticos y sociales que se producían. La nostalgia que sintió de su tierra adoptiva durante el periodo de tiempo que vivió en Málaga quedó de manifiesto en su famosa frase: “Daba mi reino por una docena de sardinas del pico y un pan de Vilaboa”. En junio de 1902 sufre una hemiplejía que deriva en una gran incapacidad que acabaría retirándolo de la vida pública. Falleció en A Coruña el día 18 de enero de 1911, a la edad de 78 años, siendo enterrado en un nicho del cementerio de San Amaro. Fiel a su ideario político, por deseo expreso dejó declarado que “la conducción del cadáver se verificará con la mayor modestia … no se admitirán las coronas … ni se publicarán en los periódicos esquelas”. También dispuso que sus restos “descansen en un ataúd tan sencillo como el que pudiera servir al más humilde aldeano”. A su muerte, el Casino republicano puso colgaduras negras y crespones en la fachada. El entierro fue una multitudinaria manifestación popular, que encabezó la Corporación Municipal, con notable asistencia de autoridades y de personalidades de la vida local.

  

Bibliografía recomendada

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Como citar este artículo:

Lancina Martín JA. Ramón Pérez Costales mecenas de Pablo Picasso durante su estancia en A Coruña (1891-1895): Biografía de un médico polifacético [Internet]. Urología e Historia de la Medicina. 2023 [citado el día/mes/año]. Disponible en: https://drlancina.blogspot.com/2023/12/dr-ramon-perez-costales-mecenas-de-picasso.html