lunes, 29 de abril de 2024

Disfunción sexual del rey Luis XVI de Francia. Posible resolución con la circuncisión

Luis XVI

Luis XVI nació el 23 de agosto de 1754 con el nombre de Luis Augusto. Fue rey de Francia entre 1774 y 1792 tras el fallecimiento de su abuelo Luis XV. Se había convertido en delfín de Francia por la muerte de su padre, Luis de Francia, y de sus dos hermanos mayores que le precedían en los derechos dinásticos. Fue el último monarca francés con poderes absolutos tras el triunfo de la Revolución Francesa. Con el propósito de aliarse con Austria para poner fin al poderío creciente de Gran Bretaña y Rusia, decide casarse el 16 de mayo de 1770 con María Antonieta, archiduquesa de Austria e hija menor de Francisco I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y la emperatriz María Teresa de Austria. La esposa del delfín fue rechazada desde el principio por la corte francesa, a la que dieron el apelativo de Perra austriaca. También se ganó gradualmente la antipatía del pueblo, que la acusaba de derrochadora, presumida, libertina y de influir a su marido en favor de los intereses austriacos, lo que le valió el mote de Madame Déficit y Loba austriaca. El matrimonio no fue consumado hasta siete años después de la boda, cuando la pareja ya había ascendido al trono, y este retraso fue relacionado con una posible fimosis que afectaba al rey, aunque también podía haber influido la inmadurez y falta de educación sexual de la jovencísima pareja. Otras posibles causas invocadas fueron una cierta aversión inicial de Luis hacia el sexo en consonancia con su personalidad apática y timorata favorecido, además, por una educación religiosa estricta y una infancia difícil, como también a la existencia de una disfunción eréctil por un posible hipogonadismo o diabetes mellitus. Después de varias consultas médicas y la recomendación de distintas medidas terapéuticas, entre las que incluye una posible circuncisión, se iniciaron por fin relaciones conyugales satisfactorias que tuvieron como resultado el nacimiento de cuatro hijos.

Luis XVI tuvo un reinado convulso debido al déficit económico acumulado por los dos reinados anteriores. El descontento social de las clases media y baja provocó una fuerte oposición a la aristocracia y a la monarquía absoluta, de la que Luis y su esposa se veían como representantes y símbolos de la tiranía del Antiguo Régimen. El aumento de las tensiones estuvo marcado por una serie de disturbios violentos en París, como la toma de la prisión de la Bastilla el 14 de julio de 1789, que obligaron al monarca a reconocer definitivamente la autoridad legislativa de la Asamblea Nacional revolucionaria. La popularidad del rey se deterioró progresivamente después del intento de huida del país en junio de 1791, con perspectivas de buscar apoyos en el extranjero, consumándose así cada vez más la posibilidad de deponer a los reyes y establecer un estado republicano.