Enrique
Florencio Lluria Despau fue un prestigioso médico que se especializó en
Urología, pero a su vez mantuvo una destacada actividad humanística que le
condujo al compromiso político llegando a ingresar en el Partido Socialista
Obrero Español y a publicar libros conteniendo reflexiones filosóficas sobre
cuestiones sociológicas y del desarrollo futuro de la humanidad. Esta doble
condición de ejercicio personal fue definida por él mismo como estar “entregado
como médico al alivio del dolor ajeno, y como hombre de estudio ocupándome del
problema social”. También cabe destacar su marcado espíritu emprendedor que
le llevó a realizar proyectos como reformas urbanísticas, promoción del turismo
termal, creación de servicios balnearios, explotaciones agrarias y fundación de
sanatorios. Tuvo una vida muy intensa tanto en lo profesional como en lo social
pasando por distintas ciudades a lo largo de su vida: Matanzas; Barcelona,
París, Madrid, Soutomaior (Pontevedra), nuevamente Madrid, La Habana y
Cienfuegos. Su prestigio como urólogo y su reconocimiento como intelectual le
permitió introducirse en las esferas más altas de la sociedad y de la
aristocracia española, así como compartir de la amistad de notables figuras de
la ciencia, política, arte y cultura.
Enrique nace
en Matanzas (Cuba) el 23 de febrero de 1863. Sus padres, el farmacéutico
Enrique Lluria Pujadas y Teresa Despau Morejón, provienen de una familia de
ascendencia catalana. Su abuelo paterno había fundado un astillero en la
localidad cubana de Virgen Morena dedicándose al comercio del cabotaje. Enrique
realiza el bachillerato en Barcelona y regresado a Cuba inicia sus estudios de
Medicina en 1879 en la Universidad de La Habana pero los continúa en la
Universidad de Barcelona, financiado por su tío Francisco de Paula Lluria,
consiguiendo la licenciatura en 1888 con la tesis de grado titulada “Antisepsia
de las vías urinarias”.