Los pasados días 29 y 30 de enero
de 2015 se celebró en Bilbao la XXV Reunión Nacional de los Grupos de Trabajo
de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de
Urología. La sede quedó establecida en el Palacio de Congresos de Bilbao y congregó
a unos 300 asistentes. La organización corrió a cargo de Miguel Unda
(presidente del Comité Organizador Local), Carlos Reina (coordinador del Grupo
de Litiasis) y José Luis Álvarez-Ossorio (coordinador del Grupo de
Endourología, Laparoscopia y Robótica).
El jueves, día 29, se presentó
una sesión de Puesta al Día sobre Hiperparatiroidismo y litiasis,
moderada por M. Arzoz y expuesta por G. Pedrajas. El urólogo continúa teniendo
un papel trascendente a la hora de diagnosticar el HPT. El perfil de paciente
más común con HPT es el de una mujer postmenopáusica con litiasis cálcica
recidivante y osteoporosis/osteopenia, pero se deben contemplar otras formas de
presentación. El diagnóstico y tratamiento precoz permiten evitar las
consecuencias de la recidiva litiásica. El tratamiento estándar sigue siendo la
paratiroidectomía. Tras esta cirugía mejora el patrón de la densitometría ósea,
se reduce el número de fracturas y el riesgo de litiasis, y mejora la función
cognitiva. El HPT normocalcémico se considera una variante de HPT primario
(siempre que se descarte un déficit de la vitamina D), pero puede evolucionar a
un HPT clásico por lo que se requiere un seguimiento estricto. La determinación
de vitamina D debería realizarse en todos los pacientes litiásicos con
alteraciones del metabolismo fosfo-cálcico. El HPT asintomático puede tratarse
médicamente con bifosfonatos y/o calcinomiméticos, aunque la presencia de
litiasis y/o hipercalciuria superior a 400 mg/día es indicación de tratamiento
quirúrgico. Una segunda sesión de Puesta
al Día versó sobre Papel actual de
la LEOC ante el avance de la endoscopia en el tratamiento de la litiasis
urinaria, moderada por A. Budía y defendida por J. Carnero. Se concluyó afirmando
que la LEOC sigue siendo la técnica más indicada en la mayoría de los
pacientes. Se le sigue considerando un procedimiento relevante, dependiente y
costo-efectivo. La cirugía endourológica ha tenido notables avances, en
contraposición del estancamiento acontecido con la LEOC, lo que ha permitido
aumentar sus indicaciones y mejorar sus resultados, pero estaría limitada a
poco más de un tercio de los pacientes en una Unidad de Litiasis que disponga
de todos los recursos terapéuticos.
Palacio de Congresos de Bilbao |
Una Comunicación Especial sobre ¿Qué
debemos pedir al radiólogo en el campo de la litiasis? fue moderada por J.
A. López García y presentada por J. Vega. Los estudios por imagen de mayor
interés en litiasis son la radiografía simple, la ecografía y el uroTC. La RMN
puede ser reservada para algunos pacientes con alergia a contrastes yodados. El
uroTC ha desplazado completamente a la UIV y actualmente es la técnica con
mayor sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de la litiasis,
independientemente de su localización, tamaño y composición, dándonos gran
información morfológica (imagen tridimensional) y densitométrica (medida
indirecta de la composición y consistencia del cálculo), lo que nos ayuda para
tomar decisiones y hacer estrategias terapéuticas.
Aspecto de la sala durante la Reunión |
La Mesa Redonda sobre Complicaciones
e indicaciones límite para la endoscopia en litiasis: NLP. RIRS. URS fue
moderada por J. H. Amón y actuaron como ponentes D. Pérez Fentes, J. L. Palmero
y F. Millán. Los avances en las técnicas endourológicas han conseguido aumentar
las indicaciones y mejorar los resultados. Casi nunca compiten entre sí y, más
bien, se complementan para aumentar el éxito terapéutico. No obstante, se deben
explorar sus límites y posibilidades sin caer en la “tecnolatría”. El objetivo
final es buscar la eficiencia y, sobre todo, la máxima seguridad para el
paciente, por lo que se impone el “sentido común” a la hora de elegir el mejor
tratamiento para cada paciente. Una segunda Mesa
Redonda sobre Adenomectomía
mínimamente invasiva: Laparoscopia. Enucleación Holmium. Greenlight fue
moderada por A. Rodríguez Antolín y actuaron como ponentes M. Ruibal, J. Placer
y F. Gómez Sancha. En hipertrofia prostática de tamaño voluminoso también se
proponen alternativas a la cirugía abierta tradicional, de carácter mínimamente
invasivo, y que ya comienzan a ser una realidad. La experiencia en el abordaje
laparoscópico de la cavidad pelviana para la prostatectomía radical ha
posibilitado ampliar las indicaciones hasta llegar a la adenomectomía con
suficientes garantías de seguridad y buenos resultados. La aplicación de
energía láser por vía transuretral también ha conseguido asentarse como una
alternativa válida en hipertrofias prostáticas de gran tamaño. Con el láser
holmiun es posible la enucleación mientras que con el greenlight solo se
proponía vaporización. No obstante, los avances técnicos y mejora de los
equipos han posibilitado la introducción de técnicas de enucleación también
para el láser verde, posibilitando la obtención de tejido para estudio
anatomo-patológico, lo que ha conseguido ampliar sus indicaciones para
próstatas más grandes. La ecografía transrectal intraoperatoria es fundamental
para evaluar el desarrollo de la intervención.
Vista de la ría de Bilbao desde el interior del Palacio de Congresos |
El viernes, día 30, la primera sesión
de Opinión de los Expertos fue
moderada por P. Luque. En la primera parte E. García Galisteo presentó Técnicas no habituales en litiasis.
Laparoscopia y Cirugía Abierta. La cirugía de la litiasis está representada
por la ureteroscopia y la nefrolitotomía percutánea, a la que se ha venido a
añadir la cirugía intrarrenal retrógrada. No obstante, la cirugía abierta
tradicional todavía tiene algunas indicaciones, en particular para casos muy
complejos de litiasis coraliforme, fracasos de cirugía mínimamente invasiva,
asociación a anomalías, cirugías previas y otras. Por otra parte, la
laparoscopia también encuentra indicaciones en pacientes con litiasis
voluminosa en uréter lumbar y, sobre todo, en litiasis secundarias a estenosis
de la unión pielo-ureteral para resolución conjunta de ambas patologías en el
mismo acto quirúrgico. En la segunda parte F. Gases presentó pH y Litiasis. Fundamentos fisiopatológicos
e implicaciones prácticas. El pH urinario puede jugar un papel en la
litogénesis. Los pH de tendencia ácida (menor de 5.5) están claramente
implicados en la formación de cálculos de ácido úrico, cistina y mixtos de
úrico/oxalato cálcico monohidrato. Los pH con tendencia alcalina (mayor de 6.2)
están implicados en la formación de cálculos de fosfato cálcico, fosfato amónico
magnésico y mixtos de fosfato cálcico/oxalato cálcico dihidrato. El pH tiene
menor relevancia en la formación de cálculos de oxalato cálcico monohidrato de
cavidad y en los de oxalato cálcico dihidrato. En pacientes con pH alcalino
persistente debe descartarse la existencia de una acidosis tubular renal. Con
fines terapéuticos, es más fácil conseguir la alcalinización que la
acidificación de la orina. Como alcalinizantes se aconsejan los citratos y el
bicarbonato, y como acidificantes la L-metionina, arginina, cisteína y cloruro
amónico. La combinación de estos fármacos junto con inhibidores de la
cristalización puede aumentar la eficacia en la prevención de la recidiva.
Museo Guggenheim de Bilbao |
La segunda sesión de Opinión de los Expertos sobre Reimplante ureteral laparoscópico en
situaciones especiales: Trasplante. Derivaciones intestinales fue moderada
por F. Vigués y actuaron como ponentes A. Rosales y J. Soto. En pacientes
trasplantados con complicaciones ureterales (estenosis, fístulas), la
reimplantación laparoscópica parece una alternativa válida a la cirugía
abierta, siempre que las técnicas endourológicas no estén indicadas o hayan
fracasado. En pacientes con estenosis uretero-ileales, la resolución
laparoscópica es compleja y no está exenta de complicaciones (40%). Se
recomienda un abordaje en dos tiempos, con distinto posicionamiento del
paciente, en caso de estenosis del uréter izquierdo o en estenosis bilaterales
y largas. Cuando la estenosis es por recidiva tumoral, la laparoscopia es
discutida por el riesgo de diseminación. Una segunda parte sobre Presente y futuro de la cirugía renal
estuvo moderada por A. Serrano y como ponente A. Alcaraz. Se puso de relieve
las ventajas que supone la incorporación de la imagen 3D para facilitar el
procedimiento quirúrgico laparoscópico. Por otra parte, las técnicas LESS y
NOTES se van consolidando como alternativas válidas a medida que mejoran los
diseños y prestaciones de los nuevos instrumentos. Una tercera parte sobre Estado actual de la cistectomía
robótica/laparoscópica/abierta fue moderada por J. G. Pereira y actuaron
como ponentes A. Loizaga, L.Cecchini y A. Gómez. La cistectomía radical puede
ser practicada por técnicas mínimamente invasivas sin especiales problemas.
Actualmente el debate está centrado en el abordaje para la derivación urinaria,
intra o extracorpóreo. La posibilidad de tratamiento íntegro intracorpóreo ya
se practica en centros con elevada experiencia laparoscópica. El robot empieza
también a encontrar un lugar para esta indicación. La última parte estuvo
dedicada a Cirugía laparoscópica
reconstructiva de lesiones ginecológicas, con moderación de I. Pascual y
como panelistas A. Juárez, I. Galante e I. González. Las complicaciones por
cirugía ginecológica (fístulas vesicales o ureterales y estenosis de uréter)
encuentran resolución por laparoscopia en la mayoría de los casos, siempre que
el abordaje endourológico no esté indicado o haya fracasado, y se recomienda
siempre actuar precozmente. También en este campo la cirugía robótica ha ido
encontrando indicaciones.
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