En cuanto a la terapéutica no se producen notables avances,
se siguen recomendando terapias ya utilizadas desde centurias precedentes, como
el mercurio, guayaco o palo santo y azufre, zarzaparrilla y la raíz de quina
china. El tratamiento principal será a base de mercurio, y la máxima discusión
será elegir el método más conveniente para su administración, con el fin de
conseguir la máxima eficacia terapéutica con el menor número de complicaciones.
Jean Astruc, profesor del Real Colegio de Francia, publicó en 1736 la obra De morbis venereis que se convirtió en
el texto de referencia sobre enfermedades venéreas durante todo el siglo. Este
autor aconsejaba la aplicación de frotaciones mercuriales con el ungüento
napolitano, pero tenía el inconveniente de que duraba largo tiempo, era
engorroso, sucio, y estaba plagado de efectos secundarios como estomatitis,
caída de dientes, diarreas y, en el mejor de los casos, babeo intenso. Por ello
se introducen nuevas formas de administración como tisana de los caribes, agua
de hipocrenne, bálsamo solar, agua astral, chocolat verolique, etc. con mayor o
menor aceptación. John Hunter recomendaba ungüento mercurial para la mujer e
inyecciones mercuriales para el hombre. También realizaba tratamiento local con
cauterización y escisión de los chancros. Además prescribía la aplicación de
fricciones mercuriales especialmente para los niños, mujeres y nodrizas. Se
intentó la vacunación para la sífilis, después del éxito conseguido por Jenner
para la viruela, pero desgraciadamente fracasó.
Guayacan o Palo de Santo. Usado para tratar la sífilis
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Durante el siglo XVIII se van a publicar en España varios
escritos sobre el mal venéreo, con pocas innovaciones personales, pero con una
destacable función divulgativa sobre aportaciones de autores europeos. Pedro
López Pina, cirujano que ejerció en Zafra, escribió Tratado de morbo gálico, en el cual se declara su origen, causas,
señales, pronósticos y curación, impreso en Sevilla en el año de 1719, en el
que defiende el carácter contagioso de la enfermedad y en el que recomienda los
métodos clásicos de curación con la raíz de la china, palo santo y
zarzaparrilla como también el método de dar los humos del cinabrio y aplicar
los parches del emplasto viperino. También recomienda las píldoras mercuriales
de precipitado blanco como eficaz y moderno método terapéutico.
Ramon Brunet de la Selva, médico titular de San Vicente en La
Rioja, escribió el opúsculo Disertaciones
físico-médicas sobre varios curiosos asuntos de medicina: tomo primero, que
contiene cuatro disertaciones: 1.º sobre el principio y origen del morbo
gálico; 2.º sobre sus causas procatárticas; 3.º sobre sus causas internas,
formal, eficiente, etc.; 4.º sobre las causas de la digestión de los alimentos,
que fue editado en Madrid en 1755. Refiere que esta enfermedad fue conocida por
los médicos desde tiempos pretéritos, y que la división que éstos hicieron de sus
diversos síntomas por suponerlos partes de diferentes afectos, así como la
asombrosa variedad de términos con que ha sido designado a través del tiempo
esta enfermedad, ha sido la causa de que se haya transmitido mal su
conocimiento o haya sido motivo de confusión conceptual respecto a su verdadero
origen. Brunet muestra una gran erudición al revisar este aspecto histórico tan
controvertido, pues recopila los informes de todos los médicos que se habían
ocupado de las enfermedades venéreas. Defiende como causas eficientes de esta
enfermedad la materia fosfórica de la orina, que estando en una fermentación
putrefactiva, se comunica de una a otra persona. El segundo tomo de esta obra
se editó también en Madrid en 1785 con el título de Disertaciones phisico-médicas sobre varios curiosos asuntos de
medicina: tomo segundo, que contiene tres disertaciones: 1.º disertación
apologética contra una carta anónima; 2.º sobre las señales, pronóstico y
curativa del morbo gálico y su verdadero remedio; 3.º sobre la esencia de la
fiebre y algún otro fenómeno del fuego preternatural del hombre. En este
segundo tomo se refiere a los síntomas, signos, pronóstico y tratamiento de la
sífilis, destacando la eficacia de la terapia con mercurio.
Miguel Ruiz Tornero, cirujano del Cuerpo de Artillería,
escribió el opúsculo Disertación
quirúrgica del método mas seguro, pronto y eficaz de administrar las unciones
mercuriales, publicado en Sevilla en 1772. Se refiere al origen del mal
venéreo; proponiendo que su afectación inicial es en el tejido celular ó capa
adiposa, desde donde se propaga hasta los tejidos más duros que acaba
destruyendo. Después se refiere a las manifestaciones clínicas de la
enfermedad, diversas formas de presentación para finalizar con su propuesta de
plan terapéutico. Aconseja el uso del precipitado blanco y el sublimado
corrosivo, como mas eficaces que cualquier otra forma de preparación mercurial.
Guillermo Gimel, profesor de cirugía en el Ejército y de
medicina en Málaga, escribió Tratado
completo del morbo gálico, en que se trata de su origen, naturaleza y
diferentes modos de comunicarse; de las enfermedades mas frecuentes esternas é
internas que produce y conserva; el método mas fácil y seguro de curarlas, y el
de administrar las fricciones mercuriales por el método de la estinción, según
la mejor práctica de los profesores franceses: tomo 1.°, publicado en
Málaga en 1772. Gimel reunió en este tratado lo que hasta su tiempo se había
escrito por los médicos más destacados. Se refiere al origen del mal venéreo, de
su modo de propagarse, de las formas mas frecuentes de presentación, como
bubones, úlceras, gonorrea, etc., y de los procedimientos terapéuticos. También
se refiere al manejo del mal venéreo cuando está complicado con otras
enfermedades, como las escrófulas, cáncer, escorbuto, etc. Describe las
distintas aplicaciones del mercurio tanto al interior como al exterior; la
naturaleza de esta sustancia metálica, su acción terapéutica, forma de
purificarla, y por último trata de convencer con razones bastante sólidas de
que el mejor, mas seguro, radical y único método para curar el mal venéreo, es
el de las fricciones mercuriales, llamado por extinción, sin provocar tialismo.
Utiliza el método de Deydier y de Gonlard para su aplicación, con el que
asegura consiguió buenos resultados sin producir babeo. No se conoce que
publicase el segundo tomo de este tratado como había prometido en el primero.
Antonio Pérez de Escobar, médico de cámara del Rey, escribió
la obra Avisos médicos populares y
domésticos: historia de todos los contagios: preservación y medios de limpiar
las casas, ropas y muebles sospechosos: obra útil y necesaria á los médicos,
cirujanos y ayuntamientos de los pueblos, publicada en Madrid en 1776. En
esta obra, Pérez de Escobar hace una detallada relación de las enfermedades
transmisibles, exponiendo sus mecanismos de transmisión, su sintomatología, el
proceder diagnóstico y el manejo terapéutico. El libro se divide en cinco
capítulos. En el capítulo segundo se refiere al mal venéreo, sobre lo que dice
que era una enfermedad conocida ya de los antiguos, cuyo contagio se comunica
por el más estrecho, intimo, físico é inmediato contacto del cuerpo sano con el
enfermo. Considera al mal venéreo como una enfermedad contagiosa especialmente
preocupante debido a su extensión universal. Cree su origen americano, y
transmitido a Europa por los españoles desde su descubrimiento en 1492. Para el
tratamiento propone los preparados mercuriales y demás remedios conocidos en su
tiempo. Como profilaxis aconseja un severo control en los contactos sexuales.
José Ignacio de Torres, doctor en medicina por la universidad
de Medicina de Valencia, escribió Méthode
aisee et heureuse de guérir radicalement toutes sortes des maladies
vencriennes, par une maniere speciale de preparer le mercare, proposeé par Mr.
de Torres, editado en Paris a lo largo del siglo XVIII. Expone de forma
ordenada la etiología, diagnóstico y tratamiento de la sífilis, haciendo una
severa crítica de los distintos métodos que se han venido utilizando para la
administración del mercurio, rechazándolos por reducir su potencial terapéutico
y ser causa de un desagradable tialismo. De Torres atribuye estos defectos a
las impurezas que tienen estas preparaciones mercuriales, recomendando eliminar
el azufre arsenal y otras sustancias para conseguir un mercurio purificado. Él
mismo consigue una nueva composición mercurial que carecía del inconveniente de
provocar el babeo y tenía gran eficacia, pero nunca llegó a revelar en vida la
forma en cómo la preparaba. De Torres viajó por diferentes países europeos
hasta que acabó estableciéndose en Paris, donde fue nombrado médico de familia
de S. M. y de cámara del duque de Orleáns.
Jaime Menós de Llena, médico de los ejércitos en la
expedición contra Argel, escribió el opúsculo Memoria phisico-medico-anathomica saluberrima, suavique indubitata
methodo ceteris palman auferens pro uretric carunculis debellandis, editada
en 1784 en Barcelona, donde se refiere al origen del mal venéreo, que cree tan
antiguo como los primeros hombres, y posteriormente describe los síntomas, el
procedimiento diagnóstico y los métodos de curación de las excrecencias de la
uretra.
Antonio Nuñez Riveiro Sánchez, de origen portugués que
concluyó los estudios de medicina en la universidad de Salamanca, dio a conocer
el uso metódico que debía hacerse del sublimado mercurial corrosivo en el
tratamiento de la sífilis según consta en su obra Observations sur les maladies vénériennes, publicada en Paris en
1785, pero que si bien es cierto que mucho antes Cipriano Maroja había ya
indicado las virtudes antivenéreas de esta preparación mercurial, no lo es
menos que Riveiro especificó los casos y dosis en que convenía administrarla.
Sus ansías de formación profesional le llevaron a recorrer las principales capitales
de Europa. En Londres asistió a las lecciones de anatomía de Douglas, después
pasó a Génova y, por último, visitó las escuelas de Paris y Montpellier. En
Leyden permaneció por espacio de tres años junto a Boerhaave. Un hecho que
contribuyó a aumentar su prestigio fue el acertado diagnóstico que hizo de la
enfermedad que padecía la emperatriz Catalina de Rusia desde su niñez, y que no
era otro que un cálculo renal, cuyo diagnóstico fue corroborado en la
necropsia. Riveiro también escribió el opúsculo Pensamientos sobre los efectos de la inoculación de las viruelas para
varias enfermedades y principalmente para las venéreas e Investigaciones sobre la obra intitulada:
Paralelo de los diferentes métodos de curar las enfermedades venéreas, en
donde se refiere a los intentos fallidos de vacunación para la sífilis.
Cómo citar este artículo:
Lancina Martín JA. Aportaciones de autores españoles a las enfermedades venéreas durante el siglo XVIII [Internet]. Doctor Alberto Lancina Martín. Urología e Historia de la Medicina. 2012 [citado el]. Disponible en: https://drlancina.blogspot.com/2012/10/aportaciones-de-autores-espanoles-las.html
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