Las autointervenciones que más frecuentemente han sido reportadas comprenden casos de apendicectomía, herniorrafia inguinal, amputaciones de dedos, exéresis de tumores cutáneos, extracción de cuerpos extraños, drenaje de abscesos, traqueotomía, cesárea, circuncisión y extracción de cálculos vesicales. Entre los pacientes con cálculos de vejiga operados por sí mismos han sido debidamente documentados unos doce casos. Los mejor conocidos son los de Jan de Doot, Claude Martin y Clever de Maldigny. Las técnicas utilizadas para conseguir la eliminación de los cálculos varían desde la litotomía, la litotricia o por manipulación a través de catéteres. Aunque históricamente han sido recogidos más casos, la insuficiente documentación y la falta de una mínima verificación no permite que puedan ser admitidos de forma rigurosa.
jueves, 19 de junio de 2025
Pacientes con cálculos de vejiga operados por sí mismos
En la literatura médica han sido reportados algunos pocos casos de pacientes que han sido operados por sí mismos por diversas patologías, aunque posiblemente solo han sido recogidos una parte de los realmente sucedidos. El interés del conocimiento de estos casos, más allá del coraje mostrado por estos pacientes, ha sido el atractivo histórico que representan por su carácter de excepcionalidad y por la curiosidad y el asombro que generan en la población en general. Los pacientes que se han sometido a sí mismos a intervenciones quirúrgicas atienden a varios tipos de perfiles diferentes. En primer lugar están los profesionales de la medicina que ya sea por no disponer de adecuada asistencia sanitaria en circunstancias excepcionales, por cierto afán de protagonismo o por estar involucrados en algún proyecto de investigación médica deciden dar este paso. Un segundo grupo estaría compuesto por aquellos individuos, sin relación alguna con la profesión sanitaria, que por falta de disponibilidad o de confianza en los cirujanos o por tener limitados recursos económicos, y ante una necesidad extrema de supervivencia, toman la determinación de intentar la resolución del problema por sí mismos. En estos casos la temeridad es mucho mayor teniendo en cuenta la falta de conocimiento médico que no permite calcular debidamente los riesgos a los que se exponen. En último lugar se incluyen aquellos sujetos con trastornos psiquiátricos, tentativas de suicidio, acciones de chantajismo, fanatismo político o religioso, que suelen practicarse algún tipo de automutilación. La facilidad con que actualmente se puede acceder a los servicios de salud, de forma especial en los países más desarrollados, hacen que estos casos de autocirugía se produzcan de forma excepcional.
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